Muchos de ustedes me han pedido incontables veces que hable de este tema, incluso he recibido y respondido algunos mensajes privados con consejos y opiniones para las relaciones que están pasando por una fase temporal de lejanía. Honestamente me da mucha risa, y no por lo que puedan estar pasando sino porque lo vivo día a día y créanme que no es nada fácil.

El motivo de mi risa es porque desde siempre mis amigos y hasta personas conocidas, me han buscado para que los aconseje acerca de sus relaciones. Yo creo que no es porque sea una especie de «Mamá corazón», sino porque era la más cuerda a nivel emocional del grupo, la que más observaba el panorama y siempre era justa… Más allá de un consejo, creo que siempre necesitamos de alguien que le regale un poquito de cordura y paz a nuestra alma y a nuestro corazón, y unas buenas palabras de aliento siempre caen bien, ¿no lo creen?

La verdad me cuesta un poco hablar de este tema porque soy muy reservada con respecto a mi vida privada, y mucho más de la amorosa pero han sido años de aprendizajes, vivencias y muchos momentos que pudiera compartir de una forma constructiva, y que quizás a través de mi experiencia puedan ayudar a mejorar una relación, la comunicación, su autoestima, y puedan hasta su sistema inmunológico. ¡Sí, nuestro sistema inmunológico está ligado directamente con nuestras emociones! Y deben saber que el mío ha mejorado muchísimo. Antes mi novio me llamaba “7 puntadas y un dolor” porque vivía con una gripe, ja, ja, ja.

Entonces, ¿por dónde empiezo? Para los que todavía no lo saben tengo una relación de noviazgo desde hace 5 años con Alberto, mejor conocido en las redes como “Mi chino” o “Chipi”, casi no soy cursi yo, ja, ja, ja. Él es un guapetón chistoso, excompañero de clases, la persona que me saca las mejores sonrisas. Pudiera pasarme el artículo completo hablando de él, ja, ja, ja pero lo más importante que en realidad quiero decir es que tengo cinco años con un hombre que nunca, que jamás me ha cortado las alas, ni yo a él… Así que vamos al asunto.

Si crees que es imposible llevar una relación a distancia, que no va a durar y que no tienes la capacidad: piénsalo dos veces porque cuando realmente se está enamorado, lo intentas todo, con la mayor fe y todo el optimismo para que funcione. Sin embargo, si dudas mucho, entonces quizás no estés tan enamorado como piensas. Recuerda que una relación es un camino de dos vías en el que por mucho que lo intentes, del otro lado debe haber la misma fuerza para que funcione. Así que aquí comparto seis consejos que me funcionan y que son casi que una ley en mi relación:

• Sé tú mismo, cerca o lejos de esa persona que amas. No te cohíbas de hacer tu vida donde te encuentres ahora, de llenar tus días de actividades que disfrutes hacer, de conocer gente. Eso no significa que estés buscando una nueva pareja. Eres un ser humano. Vive, aprende, crece, ejercítate. Ten algo que contarle cada vez que hablen o se vean por Skype. Mantente ocupado: una mente aburrida piensa mucho y aturde a su pareja. El ocio trae celos, así lo pienso.
• La verdad siempre debe ir por delante… Sí, suena difícil para muchos pero si quieren que la relación se fortalezca en confianza, es necesario hablar con la verdad aunque a tu pareja no le guste lo que vas a decir. Parte de la pirámide de necesidades como seres humanos es “socializar”: recuerda que tienes una vida, que eres joven, que vas a ir a sitios públicos, a comer, a salir con tus amigos, a ir al cine y con toda seguridad tienes redes sociales. Sé honesto con tu pareja, dile si pasó algo inusual, cuéntale de tu día, involúcralo en tus verdades y en tus realidades. Una mentira se cae con el tiempo y puede a futuro fracturar la estabilidad de tu relación.
• Trabaja todos los días por fortalecer la comunicación con tu pareja. Normalmente no siempre todo es color de rosa, hay días en los que quieres gritar a los cuatro vientos que estás molesto; o en los que pueden suceder cosas que ocasionen alguna discusión, etc. ¿Y qué hacer? Primero, que tus palabras siempre se basen en el respeto. Cuando tú hablas con cordura y con un tono de respeto, la otra persona estará a tu nivel de comunicación. No te quejes o exijas lo que no profesas. Segundo, escucha detenidamente. No actúes o respondas impulsivamente. Una mente y un corazón dolido dicen cosas que pueden herir y son difíciles de olvidar. Tercero, “guárdate las barajitas”, ja, ja, ja. Sí, así mismo, cuando te digan algo que no te cuadre o que te moleste, o cuando veas algún comportamiento que te genere incomodidad: ¡calma, respira, escucha y medita! No salgas de bruces a decir sapos y culebras y a tomar decisiones inesperadas. Espera que todo se calme y taráaa, sacas esa “barajita”, explica por qué te molestó y cuál es tu posición. Aprovecha para expresar lo que no quieres que vuelva a pasar y poner los parámetros que sean necesarios. Recuerda que es mejor actuar con lógica y no por impulsos.
• Las distancias nos lleva a depender de la tecnología y te sugiero que no llames mil veces al día, ni que estés intensamente vigilando a tu pareja por WhatsApp. Eso puede generar incomodidades. Esa persona también tiene su día a día y su vida. Te pensará, extrañará y