siente sensibilidad por un tema específico (viejitos, niños, perros, gatos, animales de circo o en extinción, mujeres maltratadas, etc.) y lo que hace falta en el mundo es ayuda, así que no te frenes porque todas las causas son importantes.
Revisa tu corazón y piensa con qué te identificas y cuánto de tu tiempo o de tus recursos puedes disponer para colaborar; te garantizo que estarás rebosando de alegría de saber que le puedes dar una mano a quién más lo necesite.
Dato curioso: ¿Sabías que las primeras ONGs se remontan a 1839? Dicen que para 1914 las Organizaciones No Gubernamentales más importantes se enfocaban en la abolición de la esclavitud y en la defensa de los derechos de las mujeres (Información de Wikipedia).
Me confieso una persona altamente sensible, cuando veo de cerca el sufrimiento de un ser vivo me afecta, tanto que llega a alterarme mi día a día. Tengo particular afinidad con los perros y verlos en situación de abandono es algo que puede hacerme sentir triste hasta por una semana. Los llantenes que me dan cuando veo un vídeo donde un niño está en una situación crítica, son épicos. Pero hasta ahora no había querido (o sabido) hacer nada, y mis razones se basaban, ¡y ahora lo sé!, en que abrir mi corazón a este tipo de experiencias me hacían una persona vulnerable y eso me aterraba.
Cuando expones tus sentimientos y te muestras tal cual como eres, puedes pensar que eres blanco fácil al ataque de los demás y te voy a decir una cosa: ¡No es verdad! Eso simplemente habla de ti y de la sensibilidad que tienes en tu yo interior.
Así que empecé de a poco, decidí hacer donaciones a una ONG encargada de rescatar animales abandonados y ofrecerles un mejor futuro. La Red de Apoyo Canino (RAC) tiene muchos años trabajando en Venezuela, cuenta con un grupo de rescatistas que se encargan de buscar a los animalitos donde estén, darles atención veterinaria y ubicarlos en hogares temporales hasta su adopción definitiva. Yo veía los vídeos de la RAC, lloraba, y no hacía nada. Hasta que un día dije: «Ellos necesitan donativos, no importa el monto porque los gastos son altos, por lo que cualquier ayuda es buena». De esta manera empecé a colaborar con la organización, con lo que puedo y cuando puedo, y siempre recibo un correo hermoso de la red agradeciendo el donativo.
Han pasado algunos años desde esa primera iniciativa mía, y la necesidad en la calle se hace cada vez más notoria en el país. La mayoría de los hospitales no pueden atender la alimentación de sus pacientes y muchos de ellos son niños. Hace poco vi la oportunidad de ayudar en una fundación que diariamente lleva sopa a los niños recluidos en el Hospital J.M. de los Ríos en Caracas. Para mí, es la mezcla perfecta entre una de mis pasiones que es cocinar y una de mis necesidades que es colaborar con causas benéficas.
La fundación Barriga llena, corazón contento es un grupo de restaurantes voluntarios que diariamente preparan sopa para casi 300 personas del hospital, entre niños, padres, médicos y personal. Participo en el grupo formado por Elisa Bérmudez y somos puros aficionados a la cocina con ganas de ayudar. La experiencia es increíble, el saber que mis manos son parte de una sopa llena de nutrientes que ayuda a que estos niños se recuperen, a que sus padres se mantengan con fuerza para cuidarlos y apoyarlos, y a que sus médicos se sientan reconfortados para seguir trabajando por y para ellos, no tiene precio.
Con esto mi mensaje es que siempre hay una labor con la que tenemos más empatía y con la que podemos colaborar, desde dónde puedas y cómo puedas. Cada quien
que gran iniciativa molly, en verdad tu humildad no tiene limites, ojala en un futuro pueda hacer alguna acción social contigo seria un sueño.
Hola, me encanta leer y leerte me hace de un bien, estoy pasando por una situacion dificil y tus articulos me hacen darme cuenta que todo pasa y nos deja un aprendizaje. ayudar a los demas es hermoso para el alma y para sociedad que tanto nos necesita. orgollosa de que tambien seas venezolana!
Se me llenaron los ojos de lágrimas y el corazón de entusiasmo con ese artículo.
Ariana, gracias por compartir tus sentimientos!
Un abrazo