Sin duda alguna, un aroma nos hace transportar en el tiempo, recordar personas, lugares, momentos. Puede asociarse con sensualidad, romanticismo, frescura, dulzura y dejar un recuerdo para siempre.

La primera impresión también es olfativa porque la mente se deja llevar por esa asociación con el aroma. El ser humano es capaz de recordar el 35% de lo que huele y memorizar más de 10.000 aromas distintos. Esta es la razón por la cual un hombre que huele bien nos parece más atractivo al igual que una mujer.

Elegir un perfume requiere de una inversión de tiempo y dinero. Jamás compres un perfume solo porque a alguien más le queda bien. Si te gustó, ve a la tienda, pruébalo sobre tu muñeca o antebrazo y deja pasar hasta cinco minutos para percibir si el aroma cambia, o si por el contrario se queda en tu piel con más fuerza y presencia; si este es el caso, llévalo contigo. De lo contrario, sigue buscando.

Unas gotas de perfume aplicado en zonas en las que se sientan los latidos del corazón, como sienes, muñecas, tobillos y pechos, se convierten en tu mejor arma de seducción. No es recomendable aplicarlo sobre la ropa pues ésta se puede estropear y además la fragancia se irá más rápido.

A pesar de todos estos atributos, el perfume se puede volver en nuestra contra si abusamos de una fragancia demasiado fuerte, lo aplicamos en cantidades excesivas o elegimos un olor que no esté acorde con nuestra personalidad.

El agua de colonia es más suave, por lo tanto podemos aplicar un poco más de cantidad. El perfume tiene más fijador y por lo tanto debes ser discreto al usarlo.

En cualquiera de los casos evita utilizarlo justo a la hora de una comida porque puedes invadir el espacio de los demás y causar mala impresión en los comensales.

No regales perfumes porque los gustos por los aromas son subjetivos y muy personales, salvo en ocasiones en las que conoces perfectamente a la persona y sabes de sus marcas favoritas.

Las fragancias tienen el poder de despertar diversas reacciones y sensaciones que van desde la nostalgia hasta la alegría porque son asociadas a momentos de la vida.