La Semana de la Moda de Nueva York es uno de los eventos más esperados por la industria local e internacional porque es ese abreboca de lo que se espera ver en la próxima temporada «Otoño 2017», y las distintas tendencias se hacen notar en todas las pasarelas de esta ciudad.

El pasado mes de febrero fui invitada a la presentación del reconocido diseñador Raúl Peñaranda quien, con raíces venezolanas, ha ido creciendo poco a poco en la industria de la moda, de la mano de grandes como Oscar de la Renta. Con esfuerzo y trabajo, se ha ganado la admiración y el respeto de muchas personas y para mí fue un verdadero placer estar allí.

Durante la Semana de la Moda de Nueva York, las pasarelas pueden ser de cinco minutos, o muchas veces el diseñador prefiere presentar una especie de exposición de sus creaciones en un espacio abierto. Esta modalidad permite la interacción tanto con las modelos como con el público y la prensa, haciendo más dinámico y cercano el encuentro, apreciando mejor las piezas y los detalles… ¡Y así lo hizo Peñaranda!

Ese día fui recibida con mucho cariño desde mi llegada al Hotel Baccarat, donde el equipo de Raúl se encargó de tenerme una habitación de lujo para mi estadía y preparación previa al show; incluso, se encargaron de dejarme diferentes opciones de vestuario para mi escogencia. Vivir la experiencia de mi estadía allí hizo una gran diferencia. Días antes ya había tenido la oportunidad de conocer sus salones cuando fui a ver una pequeña muestra de la nueva colección de Raúl, y sin duda alguna el ambiente y la estética del lugar eran parte de lo que estaba por venir.

El evento se realizó en la Sociedad de Ilustradores de Manhattan, y contó con dos ambientes diferentes para exponer la diversidad de la colección.

Desde mi perspectiva, fue una presentación tanto romántica como juvenil, siendo el sofisticado negro el color protagonista de la noche; los detalles en color oro, texturas exquisitas y diseños llenos de modernidad –así como algunos otros con detalles muy románticos en perlas- hicieron de la noche un festín visual para quienes asistieron. ¡Yo me lo disfruté muchísimo!