Hoy en día la capacidad de desconectarnos de nuestra realidad se hace cada vez más desafiante, y es entonces cuando el equilibrio, la inspiración y la creatividad parecen esconderse de nosotros como por arte de magia. Es como si jugar al escondite con la motivación fuera parte de nuestra rutina, y cuán difícil se nos hace volver a encontrarla.

En cada esquina hay personas que están viviendo una realidad distinta, y lo cierto es que ante la vida tenemos dos opciones: dejarmos abrumar por la locura que nos rodea, o tomar acción y buscar tiempo para nosotros, y para encontrar el equilibrio que necesitamos para fluir en armonía con nuestra vida personal y profesional.

En mi caso particular, los constantes viajes, ese “pequeño detalle” de tener que llamar hogar a varios sitios, de cambiar de una ciudad a otra, y los continuos retos de salir adelante en un país que no es el mío, a veces me deja poco espacio para el encuentro con mi yo interno. Reconozco que por mucho tiempo me lamentaba, y hacia las cosas por hacer, porque “tenía” que seguir; no les voy a mentir, me comportaba como si estuviera en modo automático y no… ¡No somos un carro para tener un piloto automático!

Somos seres humanos con alma y espíritu, y estos dos son los que hacen que nuestro organismo se mantenga en equilibrio… Son los que hacen que respiremos más profundo y que nuestro pecho se infle de paz; los que le regalan ese espacio a nuevas ideas para ver las cosas desde otra perspectiva; los que nos dejan ver la belleza colateral de la vida y por ende, los que nos permiten ser seres en constante estado de creación y conexión con el universo. Sí, lo sé… Quizá esto sonó a libro de metafísica con psicología, pero les juro es así como mi cabeza está dictándome, ja ja.

Cuando no sepas cómo conectarte con tu yo interno para poder recuperar ese equilibrio que necesitas para continuar, aquí te dejo unas recomendaciones que a mí me funcionan:

• Elige un momento del día donde cambies 20 minutos de revisar Instagram por escuchar tu música o sonidos favoritos. Yo disfruto mucho la música de meditación o los sonidos del mar, así que utilizo ese tiempo para visualizar y despejar mi mente. Si en tu caso te gusta bailar o cantar, eso también funciona. ¡Baila, canta, disfruta! Regálate unos minutos de terapia auditiva para desconectarte de tu día o del día de los demás.
• Visita con más frecuencia un lugar que te guste mucho, puede ser un parque, una playa, una montaña, un museo o quizá un café… Y si no es posible, crea un ambiente en tu casa que llene de ese espíritu. Pon velitas aromáticas, compra tus flores favoritas… Haz que ese lugar te haga sentir a gusto y cómodo; permítete cargarte de esa energía de la naturaleza, del conocimiento, o simplemente de la vibra especial de ese lugar favorito que decidiste recrear.
• ¡Lee un libro que te haga distraerte o aprender! Existen millones de autores que ofrecen libros relacionados con el crecimiento personal; o si eres una persona más aventurera, una novela seguro le hará bien a tu cabeza para viajar y dejar de sobre pensar las cosas. Una buena lectura te permitirá disfrutar de un momento único para recargar el alma y el espíritu.