Para nadie es un secreto que estamos viviendo una de las épocas de mayor influencia en nuestro comportamiento. Cada día es más difícil conservar nuestra esencia y apegarnos a lo que realmente somos, soñamos y queremos ser sin tener que caer la tentación de «imitar a la mayoría».

Vivimos dentro de una sociedad que continuamente está cuestionando nuestras acciones, desmeritándolas o criticándolas. Muchas veces nos queda difícil alzar la voz y sentirnos seguros de quién realmente somos, por el simple hecho de no perder espacios ganados con amistades, compañeros de trabajo, e incluso en nuestra comunidad digital.

Son muchos los nuevos patrones de conducta, estilo y belleza que nos ha impuesto la sociedad, y queda de nuestra parte ser lo suficientemente fuertes para mantenernos fieles a lo que realmente somos. La autenticidad es algo demasiado valioso, y a veces nos olvidamos de ella simplemente porque tenemos la necesidad de ser aceptados, porque no queremos que algunas personas nos rechacen.

En este ejercicio de ser completamente sincera con ustedes, confieso que yo viví en una jaula por mucho tiempo: ¡Siempre buscaba complacer a los demás!, y no quiero ni contarles lo infeliz que fui. Las comparaciones con otras reinas de bellezas eran parte de la rutina y de una forma bastante despectiva hacia mi desempeño, muchos desconfiaban de mis capacidades e incluso de mi «belleza», algo que no era nada fácil de manejar por mí y que se intensificaba con el paso de los días.

Tanto en el mundo de los reinados, como ahora en la industria del modelaje, son muchas las veces que tenido que respirar y entender qué es lo mejor para mí… ¡Y no para el resto! Elegirme a mí nunca ha sido fácil, pero entendí que cada quien tiene sus prioridades y a nadie le importan las mías (bueno, quizás a mi mami sí ja, ja, ja).

Voy a compartir aquí un ejemplo con el que quiero explicarme mejor: a mí me encanta empoderar, soy fiel creyente de la promoción de los valores y la educación, de ayudar a los demás, estoy enfocando mi carrera a ser conferencista y coach motivacional, quiero ser mamá, y amaría estar en una posición de liderazgo político en algún momento de mi vida, por supuesto luego de prepararme, entre muchas otras cosas que quiero hacer y los miles de sueños que quiero cumplir… Y es entonces cuando viene alguien y me dice: «Tienes que hacer tal campaña de ropa interior (sexy)», y yo lo pienso, medito y respondo: «Mmm… Prefiero no hacer nada que comprometa mi imagen, gracias».

Y fue así cuando luego de rechazar varias oportunidades parecidas –que significaban dinero para mis agentes- me sentaron un día y seriamente me dijeron que un «título de reina» no valía nada, y que en este país (Estados Unidos) yo no era lo que soy en el mío, que debía empezar de cero y poner a un lado eso que me frenaba para poder trabajar y producir porque eso es lo que vende en esta industria… Me dijeron incluso que era problemática y pusieron mi autoestima por el piso solamente por rechazar esas oportunidades que no estaban alineadas a mí. Fue por eso, y ante las continuas faltas de respeto –y el poco profesionalismo con el que tuve que lidiar- que preferí alejarme, quedarme callada y ni siquiera discutir por el dinero que me debían de otros trabajos que había hecho. Preferí perder y desearles suerte.

Sin duda, ser fiel a nuestra identidad, valores y aspiraciones no es nada fácil. Siento que no importa cuál sea el lado del que decidas estar, siempre vas a sufrir. Si decides ser tú, vas a enfrentarte a un mundo que te hará la vida imposible y quizás serán muchos los obstáculos a vencer y las personas que convencer. Si eliges complacer a los demás, vas a sentirte mal cada día porque nada de lo que hagas tendrá tu sello, tu autenticidad o tu esencia.

Sé que nadie dijo que sería fácil pero al final del día lo que importa es tu paz, y saber que cada paso que das es por CONVICCIÓN y no por encajar en la sociedad, o por ser uno más del montón… YO prefiero mil veces saber que estoy trabajando por mis sueños que pensar que puse a un lado lo que soy y mis metas por vivir la vida que otros quisieran que yo viva.

El sistema es absorbente, he estado en ese mismo lugar, y sin duda cada día es más complicado ser diferente cuando todo el mundo quiere imitar las conductas y las acciones de los demás. Quizás no estás rodeado del grupo ideal de personas que sepan valorarte como tal, o quizás eres tú quien aún no lo hace, y por eso la gente continuamente juega con tu debilidad.

En fin, mi mamá siempre me decía: «Molly, alguien tiene que ver lo que yo veo, yo no puedo ser la única que ve tu potencial»; y yo siempre pensé: «¡Tan linda mi mami, ella me quiere mucho, ja, ja, ja!»… Pero luego entendí que yo no confiaba en mí lo suficiente y no tenía la fortaleza necesaria para hacérselo saber al mundo entero. Una vez que lo entendí, nadie me detuvo… Y ni nadie me detendrá.

Yo, Gabriela Isler, decidí mantener mi identidad –e incluso mejorarla cada día- para que de aquí a unos 15 años cuando ya mis hijos estén grandes, puedan «Googlearme» y sentirse orgullosos de mí, y no encuentren nada de lo que yo pueda avergonzarme, ja, ja, ja (o avergonzarlos a ellos)… Y estoy hablando en serio, eso es lo que le digo a mis agentes cuando me llaman para ofrecerme algún trabajo.

Es por eso que hoy comparto contigo 5 consejos para que te mantengas firme y no permitas que tu identidad se pierda ante las «influencias» de otros:

1. Piensa detenidamente si hacer «eso» que te proponen hacer, realmente te representa como persona y como profesional. Si no es así, aprende a decir que NO y deja pasar esa oportunidad, con seguridad ya vendrán unas mejores.
2. Si admiras a alguien: no lo copies. Aprende de sus fortalezas y cultiva las tuyas propias a través de tus valores y tus principios.
3. Piénsalo bien y sé honesto contigo mismo: ¿te sientes orgulloso de esas acciones que estás emprendiendo?, ¿Tu familia y tus hijos se sentirían orgullosos de saber que esa persona no es la que verdaderamente ellos conocen?
4. «El que vive en la oscuridad quiere arrastrarte a ella», es algo que siempre digo, así que no permitas que tu luz sea apagada por las críticas, el descontento o las desaprobaciones de otros. ¡Tú vales más que su desanimo!
5. Empieza por valorarte más: haz una lista de tus metas a corto plazo y define qué necesitas para alcanzarlas y qué NO es negociable en tu camino.

Espero que esta historia y mis consejos les puedan ayudar. Recuerden que no soy psicóloga ni dueña de la verdad, tan solo comparto con ustedes un pedacito de mi vida, esperando que esto les pueda ser valioso y les permita hacer una pausa para ponerse primero: #ChooseYou / #ElígeteATi ¡Recuerden siempre que el mundo nunca elegirá por nosotros si nosotros no lo haces primero!