A lo largo de la vida, adoptamos creencias, roles y expectativas que, en algún momento, nos ayudaron a avanzar, pero que con el tiempo pueden convertirse en cargas. Soltar lo que ya no te define es reconocer con honestidad lo que te limita, agradecer el aprendizaje y dejarlo ir con amor. Es un acto liberador que te permite abrir espacio para nuevas versiones de ti misma, más alineadas con tu presente y con el futuro que deseas construir.