El tomate es una fruta generalmente asociada a las hortalizas, con muy bajo contenido calórico que contrasta con su gran aporte en fibra, vitaminas y antioxidantes. Además, posee un alto contenido de agua que promueve la hidratación celular, retardando su envejecimiento.
Para esta primera publicación he querido compartir con ustedes cómo preparar un gazpacho, aprovechando los tomates crudos para resaltar su máximo esplendor y conservar las vitaminas intactas. Una receta clásica hecha con pocos ingredientes; con un resultado dulce, salado y refrescante.
- Sirve: 4 personas
- Dificultad: fácil
- Tiempo: 30 minutos más el tiempo de enfriado
Ingredientes:
- 1 kilo de tomates rojos bien maduros, cortado en cuartos
- 1 pepino pequeño sin piel, cortado en cubos
- 1 cebolla morada pequeña, pelada y cortada en dados
- 1 diente de ajo, pelado y machacado
- 1 cucharada de sal marina, adicional al gusto
- ½ taza de aceite de oliva, adicional para decorar
- 2 cucharadas de cebollino de verdeo cortado muy fino
Preparación:
- Combina los tomates, el pepino, la cebolla, el ajo y la sal en un cuenco grande. Mezcla los ingredientes para que la sal quede uniforme. Deja reposar por 20 minutos a temperatura ambiente hasta que los vegetales comiencen a soltar sus jugos.
- Cuando hayan pasado los 20 minutos, divide la mezcla en dos porciones de ser necesario. Licúa los vegetales y sus jugos. Con la licuadora en marcha, agrega el aceite de oliva en chorrito fino.
- Si es necesario, cuela la sopa, prueba y sazona al gusto. Sirve fría con un chorrito de aceite de oliva, también puedes decorar con vegetales cortaditos para darle más textura.
De mis favoritos en verano, vivo en España entonces me es muy familiar 😉